domingo, 1 de mayo de 2011

Resentir.


Ya hemos pensado.
Ya hemos sentido.

El círculo se cierra con el que tal vez es el sentimiento que más tememos.
Resentir.







Mucha gente me ha consultado en estos días el porqué de la inclusión de esta palabra en el título de mi libro. Creo que estos conceptos forman una triada indivisible.

Sólo una persona me preguntó algo que a mis ojos parecía obvio en un principio, pero quizás nadie más advirtió: "¿A qué te refieres con esa palabra en el título? ¿Es resentir o re-sentir?".

Mi respuesta: ambas.

No resentimos sin "re-sentir" es decir, añorar, volver a experimentar aquella sensación que nos dejó el vacío.

Resentir no es odiar. Es saber, a ciencia cierta, que un rincón en nuestro interior no ha sanado del todo. Reconocerlo nos aterra, pero es el primer paso.

Todas las heridas cierran.
Todo tiempo pasado NO fue mejor.

Te invito a reflexionar.






Recado (sólo por si acaso)



Me gustaría que supieras

Que aún pongo atención a la puerta

Por si algún día llega,

desde la oficina de correos

Una encomienda certificada que contenga

La mano cercenada

Que dijiste que serías capaz de cortarte

Con tal de verme feliz.






1 comentario:

  1. Me he creado muchas expectativas con el título y hasta el momento ha sido un agrado leer.
    Saludos!

    ResponderEliminar