Estás aún a tiempo?
Aprovéchalo.
Deja de pensar.
Actúa.
Puede que mañana ya sea demasiado tarde.
La ceguera del encanto
Hoy no nos queda tiempo
Pero tampoco lo necesitamos
Todo fue dicho en juramento
Todas las promesas llegaron a destino
Las margaritas olían mejor cada mañana
El espejo ocultaba y camuflaba los años
La idea de perfección se concebía posible.
Pero, ya ves como son de caprichosos los instantes
La cuerda fue atándose en un nudo ciego
Los te amo se traicionaban en clandestinidad
Manteníamos la misma sonrisa en el rostro
Aunque en el fondo sabíamos que todo
Se había ido al carajo.
Pero las mentiras piadosas son divertidas y sanas
Claro que hasta cierto punto
Bastó con calzarnos los pesados zapatos del desconsuelo
El dolor y las lágrimas fueron más que suficientes
Quizás los exámenes de conciencia llegaron tarde
La ceguera del encanto nos impedía entender
Que simplemente
se nos había agotado el tiempo.